El LED llego a nuestras vidas hace ya unos años y es hoy en día el sistema de iluminación más avanzado por su alta eficiencia lumínica y por sus otras muchas ventajas, que no te dejarán indiferente.

La iluminación LED está presente en nuestro día a día, la encontramos en la televisión, en los juguetes, en los móviles, en las tiendas, etc…

Así que, si eres de los que siguen teniendo bombillas tradicionales en casa, después de leer esto, no querrás seguir teniéndolas:

• Es más segura ya que contamina menos que la luz tradicional por no contener mercurio ni tungsteno. Y también reduce las emisiones de CO2 en un 80%.
• Dura más: alrededor de unos 15 años (45.000 horas de uso) encendiéndola unas 8 horas al día.
• Ahorro energético: consume un 85% menos que las bombillas tradicionales. A la larga la factura de la luz bajará considerablemente.
• No genera calor, así que no quema (el 80% de la energía que consume se convierte en luz, al contrario que la bombilla incandescente, que pierde ese mismo porcentaje en forma de calor).
• Resistente a altas temperaturas. Además soporta golpes y vibraciones gracias a que las bombillas LED no disponen de delicados filamentos, vidrios o gases contaminantes.
• Encendido instantáneo: su encendido te sorprenderá de lo rápido que es y a diferencia de otros sistemas no se degrada por el número de encendidos.
• Tiene un gran índice cromático de 80 sobre 100, por lo que reproduce los colores lo más fielmente posible. Ofrece diferentes tonalidades de luz (fría, cálida y natural) para todo tipo de ambientes.
• Con el tiempo a penas pierden intensidad lumínica, en comparación con bombillas normales, que si lo hacen.

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Y si esto ya no te convence…tranquilo, antes o después caerás.